La testosterona en gel NO es una buena opción (y nadie te lo explica)
Muchos hombres llegan a una clínica con síntomas claros de testosterona baja… y salen con una receta de testosterona en gel como si fuera la solución perfecta: cómodo, sin agujas, fácil de vender y, además, bastante cara.
El problema no es que el gel “no funcione”. El problema es que, si buscas una TRT moderna, estable y optimizada, el gel es probablemente una de las peores opciones disponibles.
Y esto no es opinión. Es fisiología… y está bastante bien documentado en la literatura científica.
1. Absorción impredecible: hoy bien, mañana quién sabe
Con la testosterona en gel, solo alrededor de un 10–15 % de lo que te aplicas llega realmente a la sangre. El resto se queda en la piel o se pierde. Hasta aquí, vale… si fuera estable.
El problema es que la absorción es altamente variable de un día a otro: cambia según el grosor de la piel, el sitio donde te la pones, si sudas, si te duchas, el roce con la ropa, la temperatura, el estrés, etc. Esa variabilidad intra e interindividual está descrita en la literatura, y por eso se recomienda monitorizar niveles y ajustar dosis constantemente, porque una analítica aislada no refleja bien el promedio real del día.[1][2]
Traducido: puedes tener un día “perfecto” de analítica… y al día siguiente niveles un 50–60 % más bajos sin haber cambiado nada. Eso no es una TRT estable.
2. Picos cortos, muchas horas “a medio gas”
Una TRT moderna busca estabilidad, eliminar picos y valles, y mantener niveles en rango óptimo durante la mayor parte del día.
Con el gel pasa justo lo contrario: se absorbe rápido, genera un pico de 2–4 horas… y luego los niveles vuelven a caer de forma marcada. Si te lo pones dos veces al día, lo que consigues son dos mini picos y muchas horas fuera de rango.
El resultado: días con líbido variable, energía irregular, estado de ánimo inestable y síntomas que van y vienen. Eso no es lo que buscamos cuando hablamos de TRT optimizada.
3. Mucha testosterona unida, poca testosterona libre
La mayor parte de la testosterona en sangre va unida a proteínas: alrededor de un 40 % a SHBG, una buena parte a albúmina, y solo un 2 % queda libre, que es la fracción que realmente tiene efecto biológico.[3][4][5][6]
Con el gel es frecuente ver “números bonitos” de testosterona total… pero poca testosterona libre. Es decir: el laboratorio dice que estás “bien”, pero tú sigues con baja líbido, poca energía, peor rendimiento cognitivo y sin grandes cambios en composición corporal.
Aquí muchas clínicas solo miran el número de testosterona total, ajustan un poco la dosis del gel… y el paciente sigue igual. Porque el problema no es subir más el pico: es que la farmacocinética del gel no te da la estabilidad ni la testosterona libre que necesitas.
4. Más DHT, más problemas en piel… y aún así menos impacto real
La piel tiene mucha actividad de la enzima 5α-reductasa, que convierte la testosterona en DHT. Los estudios muestran que, con el uso de gel transdérmico, la relación DHT/testosterona es más alta que con otros modos de administración como parches o inyectables.[2][6]
Eso significa:
- Más DHT relativa para la misma testosterona.
- Más acné, más grasa en piel, más riesgo de alopecia en predispuestos.
- Y aun así, menos estabilidad y menos impacto global a nivel de síntomas.
Es decir: te comes los posibles efectos secundarios de más DHT… pero no obtienes la misma mejora global que con una TRT inyectable bien planteada.
5. Transferencia a terceros: el problema del que casi nadie habla
Otro punto importante: el gel se transfiere. A tu pareja, a tus hijos, a quien toque tu piel, tu ropa, las sábanas o el sofá si no se tiene cuidado.
Por este motivo, en endocrinología se desaconseja su uso en muchos contextos familiares, especialmente cuando hay niños en casa.
Entonces… ¿sirve el gel para algo?
Sí, el gel puede tener su sitio:
- Como prueba temporal para ver si los síntomas mejoran cuando sube la testosterona.
- En personas que no quieren agujas bajo ningún concepto.
- En casos donde se necesitan microdosis muy pequeñas por alta sensibilidad.
En ese contexto, puede ser una herramienta de cribado o de transición. Pero llamarlo “TRT optimizada” es, siendo generosos, exagerado.
Lo que sí permite una TRT moderna y bien hecha
Con testosterona inyectable, bien planteada (microinyecciones subcutáneas, dosis ajustadas a analíticas, control del estradiol, seguimiento del hematocrito, etc.), puedes conseguir:
- Niveles estables de testosterona a lo largo del día y de la semana.
- Testosterona libre optimizada, no solo un número bonito de total.
- Mejor control de estradiol y menos sorpresas en analíticas.
- Mayor impacto en fuerza, composición corporal, energía, líbido y cognición.
Ahí es donde entra La Biblia de la TRT Moderna y Optimizada.
En esta guía en vídeo te explico, paso a paso:
- Cuándo tiene sentido una TRT y cuándo NO la necesitas.
- Cómo plantear una TRT estable, sin picos y valles, usando aplicaciones subcutáneas e indoloras.
- Cómo interpretar analíticas y ajustar dosis según SHBG, estradiol, hematocrito y síntomas.
- Cómo hacer una TRT reversible o con protocolos basales para no “atarte” de por vida sin saber lo que haces.
- El papel de fármacos y suplementos como telmisartán, IP6, naringina, HCG, etc. dentro de un enfoque seguro y moderno.
Si te interesa saber como ajustar una TRT en base a las necesidades reales que tengas, realizar una TRT reversible, saber si necesitas o no una TRT y como hacerla de forma correcta, o simplemente optimizar el protocolo actual que estés usando la Biblia de la TRT Moderna y Optimizada es tu curso.
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Referencias:
[1] Swerdloff RS et al. Serum Testosterone Level Variability in T Gel–Treated Men. J Clin Endocrinol Metab. 2015;100(9):3280–3287.
[2] Basaria S. Male hypogonadism. Lancet. 2014;383(9924):1250–1263.
[3] FDA – Testosterone: información general sobre farmacocinética y unión a proteínas plasmáticas.
[4] FDA – Monografías de testosterona: distribución, unión a SHBG y albúmina.
[5] Actualizaciones FDA sobre formulaciones de testosterona y consideraciones de seguridad.
[6] Swerdloff RS et al. Long-Term Pharmacokinetics of Transdermal Testosterone Gel in Hypogonadal Men. J Clin Endocrinol Metab. 2000;85(12):4500–4506.